10 Min | FACIL | 4 personas
Higos con Jamón Ibérico
Esta receta es el colmo de la sencillez. Imposible hacerlo más sencillo.
Deleita a tus invitados con este plato. No es sólo el colorido del plato, sino el sabor ¡hará que tus aperitivos sean fantásticos!
Esta receta es el colmo de la sencillez. Es imposible hacerla más sencilla.
Aunque ya sabrás que la sencillez no está reñida con el valor. Yo soy partidaria de los sabores sencillos que llenan el paladar y dan una explosión de sabor definido. Sin duda, esta receta es uno de los colmos de sabor y sencillez.
Seguramente conozcas la mezcla de melón con jamón, tan habitual en los hogares españoles en verano. Incluso, se sirve como primer plato o entrante en eventos, por la combinación de sabores del dulce y el salado y la potencia de esta mezcla.
Bien, los higos son una gran alternativa. Eso sí, la mezcla es definitivamente distinta.
ORIGEN Y BENEFICIOS DE LOS INGREDIENTES
Los Higos
Los higos nacen de las higueras, oriundas del Mediterráneo. En sí misma, tiene una gran variedad de especies (unas 800 tropicales y subtropicales). Este dato, me ha sorprendido… He de decir que no todas dan frutos comestibles. Así que pongamos buen criterio en el consumo de las subespecies. No innovemos…
Están cubiertos de una piel fina que da su color exterior y una pulpa carnosa y de intenso sabor y dulzor.
También tiene un alto contenido energético. De hecho, en las dietas de adelgazamiento es un alimento prohibido por completo.
Como aquí no hablamos de dietas de adelgazamiento, sino de dietas aptas para personas que no pueden consumir gluten o lactosa, esta combinación encaja perfectamente en nuestro propósito.
El azúcar en este caso sí estaría presente en la fruta, así que si no puedes consumir el azúcar por enfermedad diabética, estoy segura de que ya conoces la insulina que necesitas si consumes el higo. Y si no consumes azúcar por otros motivos, como algún tipo de reacción interna (como es mi caso), ten en cuenta que el alto contenido en azúcar de esta fruta puede detonar procesos internos.
Dicho esto, es una fruta tremendamente estacional, de hecho, se producen dos cosechas al año. Las brevas en junio y los higos entre finales de agosto y principios de septiembre.
Yo no sé vosotros, pero a mi, el olor de la higuera me conecta automáticamente con escenas veraniegas, el sonido del atardecer de los grillos y los paseos por el campo. También me recuerda a las avispas, porque las higueras atraen a las avispas….
El caso es que el higo tiene muchos beneficios.
Según la BBC, (artículo original en inglés) son un gran recurso de fibra, están llenos de vitaminas y minerales.
Si aún no has probado este fruto (lo que me extrañaría viviendo en Europa o … viviendo en general. Pero demos por válido que no lo hayas probado hasta el sol de hoy), te contaré que es un fruto con una textura curiosa, carnosa y con las semillas comestibles. Es una fruta delicada y perecedera (de ahí, que se sequen para preservarlos). Los higos secos son muy habituales en Invierno, especialmente energéticos y nutritivos y hacen el conocido “turrón de los pobres”, donde se mete en un higo seco algún fruto seco como la nuez o la almendra. Delicioso si te gusta el dulce.
Volvamos donde estábamos.
Debido a su dulzor, antes de que los azúcares refinados aparecieran en escena, los higos se utilizaban como endulzan (como los dátiles, seguramente).
Con 30gr de higos secos, obtendrás todos estos beneficios:
- 68kcal/290KJ
- 1.1g proteina
- 0.5g grasa
- 15.9g carbohidratos
- 3g fibra
- 291mg potasio
- 75mg calcio
- 24mg magnesio
- 1.26mg hierro
Ahora, mira la diferencia con 80gr de higos frescos:
- 34 kcal/148KJ
- 1.0g proteina
- 0.2g grasa
- 7.6g carbohidratos
- 1.6g fibra
- 160mg potasio
- 12mg magnesio
- 30mg calcio
- 120mcg caroteno
Los 80gr de higos frescos (y los 30gr de higos secos) contarían como una de las 5 porciones de fruta recomendadas diarias. Sería como unos dos higos de tamaño medio.
¿Cuáles son sus beneficios directos para la salud?
Lo primero, que encajan en nuestra dieta sin gluten y sin lactosa y con azúcares naturalmente presentes, que tendrás que ver si te dañan o no, en función de tu condición medica. Para eso, lo mejor consultar a un médico… no crees?
Lo segundo es que:
- Promueven la salud digestiva: se recomienda tomarlos para nutrir y tonificar los intestinos, actúan como laxante natural por su alta cantidad en fibra y además, esta misma fibra tiene propiedades prebióticas, alimentando la bacteria intestinal y promoviendo un intestino sano, que como consecuencia, aumenta el bienestar intestinal.
- Ricos en antioxidantes: los higos y especialmente los higos maduros, son muy ricos en componentes protectores de las plantas, lo que significa que ayudan a evitar que el oxígeno reaccione con otros químicos causando daño en los tejidos y las células y por eso, lo que hacen es clave en la gestión de la oxidación. Y los antioxidantes los queremos a nivel general en nuestro cuerpo y no sólo para cuestiones de belleza. Hablamos de evitar la oxidación de tus órganos y no sólo de la piel.
- Apoya a la tensión arterial saludable: Muchas personas consumen mucha sal (que se encuentra sobre todo en alimentos procesados) y eso, puede llevar a deficiencias en el potasio y de ahí, saltar a la temida tensión alta. Una dieta rica en frutas y vegetales, incluidos los higos frescos, naturalmente aumentará los niveles de potasio y por tanto, ayuda a gestionar la presión arterial. Aquí hay un estudio al respecto, donde se examinan los efectos del extracto de higo en la reducción de la presión arterial en animales (en inglés también).
- Parece apoyar la salud ósea: los higos son una fuente de minerales positivos para los huesos, incluyendo el calcio, magnesio y fósforo. También son especialmente ricos en calcio, por encima de otras frutas. Al ser una buena fuente de potasio, puede ayudar a contrarrestar la eliminación por orina del calcio (que está causado por una dieta rica en sal). En contrapartida, ayuda a mantener el calcio en los huesos y como resultado, reduce el riesgo de osteoporosis.
- Puede ayuda a mejorar la calidad de la dieta y ayuda en la pérdida de peso. No te comas medio kilo, claro. Lo que sí está claro es, que al tener una alta cantidad de fibras y minerales, su incorporación adecuada a la dieta puede ayudar a que ésta sea más nutritiva y además, te de sensación de saciedad y se reduzcan los antojos (además, al proveerte de nutrientes, te ayuda con la gestión de la sangre).
Ahora, ¿son los higos para todo el mundo?
No. No sólo porque no te guste su sabor, sino porque si eres alérgico al polen de abedul, puede que tengas algún tipo de reacción hacia las frutas, incluyendo los higos.
Y si tu médico te ha recomendado una dieta baja en oxalatos (si tienes cálculos renales, por ejemplo), ten en cuenta que los higos tienen un alto nivel de oxalatos.
Y por último, no todo el mundo se siente cómodo comiendo higos. Hay veganos que evitan comerlos ya que las avispas polinizan algunas variedades de higos y a veces mueren durante el proceso de polinización (y se quedan dentro). Lo normal de los higos comerciales es que no tengan que pasar por este proceso, así que podrían consumirse con tranquilidad.
Jamón Serrano
El Jamón Serrano es no apto para veganos. Cualquier español que lea esto, le parecerá obvio y casi les sonará a sorna…
Si no vives en España quizá no lo conozcas, aunque su fama es mundial a estas alturas y la globalización permite que se pueda adquirir en infinidad de países. En cualquier caso, proviene del salazón de la pata del cerdo. No, no está crudo. Está en salazón y secado al aire.
El apellido “Serrano”, tiene su origen en la sierra, donde las temperaturas facilitaban su curación. Vamos, no se volvieron locos con el nombre. Su origen real es fenicio, quienes hacia el 1100aC establecieron su primer asentamiento en Cádiz e introdujeron el cerdo en la península
Tiene una textura jugosa y un sabor inconfundible cuando está bien curado y tiene la grasa entreverada. Es una fuente de nutrientes y proteínas de alto valor biológico.
Dependiendo de la raza del animal, hablaremos de Jamón Ibérico (si el cerdo es de raza ibérica) o simplemente, hablaremos de Jamón Serrano si el animal es cerdo blanco.
¿Cuál es su valor nutricional? (por 100gr)
Calorías: 241 kcal
Proteínas: 31 gr
Grasas: 13 gr
Hidratos de carbono: 0 gr
Calcio: 12,7 mg
Hierro: 2,3 mg
Magnesio: 17,1 mg
Zinc: 2,2 mg
Potasio: 160 mg
Fósforo: 180 mg
Observarás que es calórico…
Además, tiene minerales y tiene un alto valor en proteínas. También es rico en calcio y por su alto contenido en hierro, ayuda a prevenir anemias.
Por otra parte, es una fuente de ácidos grasos y ayuda a combatir el colesterol malo. Y no contiene hidratos de carbono.
Como siempre, lo ideal es tener una dieta sana y equilibrada.
Y si eres hipertenso, la literatura dice que el mejor Jamón para los hipertensos es el Ibérico (y siempre de forma moderada). Por lo visto, no tiene tanto aporte en sal y tiene compuestos con efectos antipertensivos. En cualquier caso, todos son pro – jamón ibérico. Pregúntale a tu médico mejor y sal de dudas.
Aceite de Oliva
Y llegamos al ingrediente final, el aceite de oliva, oro líquido, oro verde… tan rodeado de polémica y de sabor. Que si es virgen extra, que si no lo es, que si es primer prensado o al final hacen mezclas y nos engañan en las etiquetas…
Este ingrediente daría para varios posts seguidos. Pero no somos expertos en aceite de oliva, así que sería hablar por no callar.
¿Qué es lo que sí sabemos del aceite de oliva?
En mi casa el aceite de oliva se usaba para todo. Había quien lo usaba directamente para la piel.
Lleno de propiedades, se conoce como un alimento fuente inagotable de salud.
Se recomienda en crudo, porque al calentarlo, pierde rápidamente sus propiedades. Para calentar, mejor utiliza otros aceites vegetales.
- Aumenta el colesterol bueno y reduce el malo
- Facilita la digestión
- Provoca sensación de saciedad
- Tiene propiedades ligeramente laxantes
- Regula el tránsito intestinal
- Tiene propiedades depurativas
- Es un tratamiento eficaz para piel, uñas y cabello
- Potencia el sistema inmunológico
- Es fuente rica en vitaminas A,D, E y K
- Previene la aparición de distintos tipos de cáncer
- Retrasa el envejecimiento (por su alta concentración de polifenoles)
- Controla la diabetes: ayuda a controlar los niveles de glucosa en diabéticos y favorece el descenso de triglicéridos
- Ayuda a perder peso
- Tiene Oleocantal, compuesto natural antiinflamatorio, lo que alivia los dolores articulares
- Ayuda a la memoria: por las vitaminas E y K, muy importantes para la salud cerebral (además de los polifenoles).
En fin, una maravilla.
Además le da un sabor a los platos en crudo… deliciosos.
Ya sean vegetales cocinados y un chorrito en crudo, queso curado… y un chorrito en crudo; ensaladas y su chorrito de aceite en crudo, en el jamón, por supuesto y también en otros embutidos como la cecina (jamón de vaca) y su chorrito de aceite… resalta el sabor de cualquier cosa, vaya.
Su valor nutricional ( en el caso del aceite de oliva virgen extra) es el siguiente:
El aceite de oliva está compuesto por macronutrientes altos en calorías llamados lípidos o grasas, concretamente proporciona 9 calorías por cada gramo consumido.
Está compuesto por ácido oleico (83%), otros ácidos como el linoleico (21%) y el palmítico (20%).
También se compone de otros nutrientes como los carbohidratos y las proteínas, presentes en el aceite de oliva extra virgen y que se eliminan durante la fase del filtrado.
Por otro lado, por cada 100 gramos de aceite de oliva extra virgen se encuentran 884 calorías, por lo que si se ingiere una cucharada de AOVE corresponde a unas 135 calorías, es decir, 15 gramos aproximadamente.
Esos 100 gramos de grasa se clasifican en:
- 14gr de ácidos grasos saturados
- 10gr de ácidos grasos poliinsaturado
- 73gr de ácido grasos monoinsaturados
INGREDIENTES de la receta
12 Higos
200gr Jamón Ibérico
1 cucharada de aceite de oliva
Elaboración de la receta
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar las higos en agua fría.
Una vez limpios, cógelos y quítales el rabito con un cuchillo.
No los pelaremos pues podrían romperse.
Córtalaos por la mitad sin que el corte las separe totalmente en 2 y automáticamente vuelve a hacer uncorte, como si cortáramos en cruz.
Ahora mismo el higo ya se abre como una flor.
Asegúrate de que el corte es suficientemente profundo como para separar sus partes al coger un gajo con la mano de forma sencilla y casi natural.
Una vez ya tengamos las flores de higo es el momento de separar con cuidado las lonchas de jamón y colocarlas este momento sobre el plato donde vamos a poner posteriormente los higos. Hay distintas manerasde diseñar un plato de jamón, elige la que más te guste.
Ahora es la hora de poner un poco de aceite en una sartén, calentarlo ycuando esté bien caliente doraremos los higos. Es un truco para que se caramelicen un poquito y así sacar ese sabor dulzón. 1 minuto será más que suficiente. Retirarlos y esperar a que se enfríen para no cocer el jamón con el calor.
Coloca las flores de higo encima del plato donde ya las espera el jamón ibérico y finalmente dobla de un modo descuidado una loncha de jamón y colócala en el centro del higo. De este modo quedará un plato más divertido y con movimiento.
Y si quieres añadirle un chorrito de aceite de oliva crudo, pues lo añades. Eso sí, un chorrito pequeño.
Si haces Higos con Jamón Ibérico ¡coméntame!. Toma una foto y etiquétala #………. en Instagram (¡o pégala!) para que la pueda ver, ¡me encanta y alegra ver lo que preparas!.