Los Champiñones y sus propiedades
El champiñón, Agaricus bisporus, es la seta más conocida y comercializada en nuestro país. Su cultivo comercial en Europa comenzó en Francia en el siglo XVII.
Hoy en España se producen unos 200 millones de kilos de champiñones al año, siendo La Rioja la principal zona productora.
PROPIEDADES DEL CHAMPIÑÓN
A medio camino entre el mundo animal y el vegetal, el champiñón contiene pocos hidratos de carbono, poca fibra, mínimas grasas y proteínas escasas (tan solo 2,7 g en una ración de 100 g).
Su verdadera riqueza reside en las vitaminas del grupo B (B2, B3, B1 y ácido fólico), que cubren el 45%, el 42%, el 15% y el 18% de las necesidades diarias recomendadas, aumentando las defensas del organismo.
Abunda en potasio (418 mg en 100 g), con lo cual mejora la retención de líquidos; tiene un buen aporte en fósforo (27%) que favorece la actividad intelectual, así como en hierro, cobre y selenio (18% cada uno).
Este último mineral ejerce una demostrada actividad anticáncer. El champiñón, además, es saciante y ayuda a adelgazar.
En resumen, son muy nutritivos y sanos. Si estás pensando en hacer dietas para perder peso, es un ingrediente muy versátil y sabroso.
BENEFICIOS DEL CHAMPIÑÓN PARA LA SALUD: TAMBIÉN PREVIENE EL CÁNCER
La ventaja más interesante del consumo regular de champiñones es sin duda su poder anticancerígeno. Y ya que estamos… pues hay que aprovechar para ayudar al cuerpo, no?
Las últimas investigaciones apuntan a que su acción sobre el cáncer es debida a su riqueza en dos principios activos fundamentales: el selenio y cierto inhibidor de la aromatasa.
Algunos estudios sugieren que el champiñón contiene una sustancia que desactiva la aromatasa, enzima implicada en la producción de estrógenos que puede tener efectos cancerígenos en mujeres postmenopáusicas.
En un congreso de la American Society of Clinical Oncology se presentaron estudios relevantes sobre el papel de dicha aromatasa como inhibidora del crecimiento de los cánceres de mama con metástasis.
Esta inhibición consigue una mayor destrucción estrogénica incluso que la que se obtiene al extirpar los ovarios.
Es conocido el papel del selenio como valioso antioxidante y destructor de los radicales libres que atacan a las células y pueden acabar desencadenando procesos cancerosos.
Del mismo modo, actúa junto con la vitamina E para eliminar del cuerpo sustancias tóxicas y metales pesados acumulados en el organismo, como el cadmio o el plomo.
PRÓSTATA SANA Y ALGUNAS COSAS MÁS
Por esta riqueza en selenio, expertos nutricionistas norteamericanos señalan al champiñón como alimento adecuado para la salud prostática, así como para combatir el envejecimiento prematuro, la arteriosclerosis, la artritis reumatoide, la osteoporosis, la infertilidad o el acné.
POTENCIA EL SISTEMA INMUNITARIO
Por otra parte, el champiñón actúa, gracias a sus betaglucanos (uno de los compuestos que forman su fibra, junto con la quitina) como potenciador del sistema inmunitario.
De hecho, guarda grandes similitudes con las setas chinas consideradas curativas, como el shiitake, empleado desde la antigüedad por su capacidad de regeneración celular.
Actualmente se ha hallado que este tipo de hongos aumentan la producción de interferón, que se utiliza para la remisión de enfermedades como el sida por sus valiosas propiedades antivíricas.
Asimismo, la fibra alimentaria de los champiñones resulta beneficiosa para la prevención de las dolencias intestinales, incluido el cáncer de colon, y tiene un efecto saciante muy apropiado para regímenes de adelgazamiento.
Todo esto nos lleva a hacernos una pregunta más ¿es el champiñón un superalimento?
Cada día las personas nos estamos enfocando en alimentos que nos den energía y nutrientes, que apoyen nuestro sistema inmunitario y además, sepan ricos.
Si pensamos en la dieta restringida que tenemos las personas con problemas o con intolerancias alimenticias al gluten, al azúcar o a la lactosa, el champiñón se convierte, por sus cualidades, en un ingrediente importante que además, tiene un índice glucémico tan bajo que apenas puede medirse.
Además, ¡es sabroso y tiene muchas posibilidades!
En definitiva, ¡el champiñón y las setas pueden incluirse en tu lista diaria de superalimentos!
EL CHAMPIÑÓN EN LA COCINA
Debido a su delicado sabor, a su peculiar textura y al hecho de que se cultiva con relativa facilidad, el champiñón es un ingrediente utilizado cada vez con mayor profusión en la cocina. Y está rico en todo lo que hagas. Las cremas quedan suaves y deliciosas, los patés quedan sabrosos, a los arroces les da un punto buenísimo y una buena ensalada tibia de espinacas con champiñones y bacon puede ser un entrante… ¡para chuparse los dedos!.
Tienen muchísimos usos y posibilidades casi infinitas. Y de todas formas, están deliciosos.
Los champiñones más pequeños son ideales para emplear en ensaladas refrescantes o para elaborar salsas. También se pueden incluir enteros en estofados de carne o vegetarianos.
Los ejemplares medianos se pueden preparar fritos o a la plancha, preferiblemente cortados en láminas, mientras que los más grandes son ideales para rellenar hortalizas o lasañas o para utilizar en brochetas.
Los champiñones dan muy buen resultado como ingredientes de tortillas y tartas, o como base de patés vegetales.
Y, desde luego, resultan excelentes simplemente fritos en un buen aceite de oliva con un poco de ajo y perejil. Combinan bien con casi todas las hortalizas y cereales, especialmente el arroz y el bulgur, y hacen muy buenas migas con la pasta. Aunque eso sí, esto último tendríamos que adaptarlo con ingredientes bajos en glucosa y sin gluten (como la Quinoa, que puede sustituir al arroz o el Trigo Sarraceno en lugar del Bulgur).
Como verás, tenemos muchas recetas que probar…
A LA HORA DE LA COMPRA: ELIGE BIEN CUANDO VAYAS A COMPRAR
Conviene escoger champiñones de color blanco, con el sombrero bien cerrado y muy unido al pie, pues si se separa con facilidad es síntoma de poca calidad y frescura.
Su consistencia debe ser dura y mostrar una suave pelusilla en la superficie. Los champiñones enlatados no tienen las mismas propiedades de la seta fresca, ya que sus nutrientes y principios activos se han diluido en el agua caliente en la que se han envasado, y además contienen aditivos. Si podemos evitar los envasados, mejor. Además el sabor no tiene nada que ver, verdad?
Receta: Crema de champiñones
45 Min | FACIL | 4 personas
Ingredientes
500 gr champiñones
2 dientes de ajo
1 puerro
500 ml caldo e pollo o verdura*
vino blanco
2 cucharadas de mantequilla
100ml nata (opcional)*
Tomillo, romero fresco o seco
Queso parmesano*
Aceite de oliva, sal y pimienta negra
* utilizaremos nata y queso sin lactosa para los intolerantes o vegetal para los veganos (la nata de coco o la nata de anacardo quedan muy ricas)
Elaboración
- Lava el puerro, quítale la raíz y tan solo el final de la parte verde, la que está más seca, y córtalo por la mitad y después en tiras finas.
- Pela los ajos y pícalos finitos.
- Córtale a los champiñones la parte final del tronco y quítales la piel (aunque si son muy frescos no es necesario) límpialos bajo un chorro de agua fría para eliminar la tierra que puedan tener. Reserva 3 o 4 cortados en rodajas para después saltearlas y decorar la crema, y el resto córtalos en trozos como prefieras.
- En una olla echa la mantequilla y un poco de aceite o, si lo prefieres, solo aceite. Pon el fuego a temperatura media y añade los ajos. Saltéalos unos segundos e incorpora también el puerro y un poco de sal y cocínalo todo junto unos 5 minutos, lo justo para que el puerro se empiece a dorar un poco.
- Si el tomillo y el romero son frescos, quítales las ramas y sobre todo el romero pícalo finito.
- Añade los champiñones junto con el tomillo y el romero, rehogándolo todo durante otros 5 minutos con cuidado de que no se pegue nada.
- Agrega el vino blanco, sube la temperatura del fuego y deja que se evapore el alcohol, tardará apenas 2 minutos.
- Añade el caldo de pollo/verduras y espera a que empiece a hervir. Cuando eso suceda, baja el fuego para que el caldo hierva pero suave y cocina con la olla tapada durante unos 15-20 minutos, hasta que las verduras y los champiñones estén tiernos.
- Mientras se cocina puedes saltear los champiñones laminados que habíamos reservado. Hazlo en una sartén con un poco de aceite, dándoles la vuelta cuando se hayan dorado por una cara, y echándoles un poco de sal y pimienta negra recién molida.
- Cuando esté todo listo toca triturar. Para ello puedes utilizar una batidora de mano aunque te quedará muy grumosa, así que lo ideal es usar una batidora de vaso o un robot. Tritura hasta que la crema tenga una textura a tu gusto y siempre puedes añadirle un poco más de agua o caldo si la quieres más fina y ligera.
- En este momento puedes devolver la crema a la olla y añadir la nata si lo prefieres. En ese caso vuelve a cocinar la crema a fuego suave durante 5 minutos.
- Pruébala y rectifica de sal si es necesario.
- A la hora de servirla ponle por encima unas láminas de champiñón salteado y un poco de queso parmesano.
Si haces la Crema de Champiñones sin gluten sin lactosa y sin azúcares ¡cuéntamelo!. Toma una foto y etiquétala #………. en Instagram (¡o pégala!) para que la pueda ver, ¡me encanta y alegra ver lo que preparas!.