Vive Sin Azúcar. Descubre el poder de las Alternativas dulces
Vive sin azúcar, más equilibrado y más feliz.
En la búsqueda constante de una vida más saludable y equilibrada, a menudo nos encontramos con la necesidad de reconsiderar nuestros hábitos alimenticios.
Si estás aquí, es probable que estés explorando el mundo de las dietas sin azúcar, sin gluten y sin lactosa para llevar una vida más sana.
Uno no hace esto por “moda” o por “capricho”.
En mi caso, por ejemplo, la decisión vino asociada a problemas de salud, obesidad, problemas digestivos y problemas piel.
¡Importante! este artículo no contiene ningún consejo médico, por lo tanto, no debes confiar en este artículo ni en la web como alternativa al consejo médico de un profesional de la salud.
Por lo tanto, Si eres diabético, tienes algún tipo de problema relacionado con la salud o quieres iniciar un proceso de modificación de hábitos alimenticios, lo mejor siempre, es ir a un profesional del sector.
Dicho esto, te hablo desde mi experiencia vital y de lo que dicen distintos estudios/artículos publicados.
¿Por qué ahora queremos vivir sin azúcar?
Hoy en día estamos todos enfocados en “no tomar azúcar” porque es malo.
Y realmente es un veneno adictivo sin aportes nutritivos.
Son las famosas “calorías vacías” que mejoran el sabor de las cosas sin traer cosas buenas a su paso. Una pena.
En esta revista de salud tenéis un artículo completo donde nos cuentan el impacto del azúcar en el cuerpo, os lo resumo en un pispas:
Al aumentar el nivel de azúcar en el cuerpo, se generan una serie de problemas asociados, como la hiperglucemia. En consecuencia, esto no sólo te va a hacer ganar peso, sino que te va a generar otros problemas.
Uno de ellos es la resistencia a la insulina.
¿Qué es la resistencia a la Insulina?
Para decirlo con sencillez, la insulina es la hormona que se encarga de transformar los azúcares en energía dentro del cuerpo, y también la almacena. Es decir, convierte el azúcar en grasita para que luego puedas usarla cuando la necesites.
La resistencia a la insulina se da cuando tu cuerpo empieza a dejar de responder de forma adecuada a la insulina. Como consecuencia, aumenta tus niveles de azúcar e insulina en sangre.
Si esto sucede, lleva a tus células a dejar de funcionar normalmente, en otras palabras, nos hinchamos y comienza un ciclo de destrucción que no nos viene nada bien.
¿Por qué? Pues porque las células se quedan en modo “reactivo” y continúan almacenando grasa, haya o no necesidad.
Es por esto por lo que se asocian los altos niveles de insulina y de azúcar en sangre con la grasa corporal, especialmente en la tripa.
Aunque lo peor no es tener sobrepeso, la hinchazón, etc. lo más grave son las enfermedades crónicas asociadas al consumo de azúcar (diabetes, problemas de corazón, problemas intestinales… etc).
Según el INE en los grupos de edad de 35 a 74 años un 44,9% de hombres y un 30,6% de mujeres Padece Obesidad.
O sea, vamos de cabeza.
Llamemos a las cosas por su nombre, no te apetece “algo dulce”, tú tienes ansiedad por el azúcar.
Tener ansiedad por el azúcar es muy frustrante, la verdad. Uno sólo puede pensar en eso.
Si mientras estás leyendo esto, te da ansiedad pensar en “no poder comer azúcar nunca más” tienes ansiedad y adicción al azúcar.
Calma, que el proceso puede ser paulatino y no hace falta hacer cambios radicales de un día para otro. O quizá sí hace falta, pero es más sensato ir poco a poco y conseguir el cambio, que ir a lo bruto y no poder mantenerlo.
Lo que dice la medicina es que esto tiene un motivo puramente médico y está basado en el desequilibrio hormonal y en los altos niveles de azúcar en sangre.
Una vez que esa ansiedad se apodera de ti, haces lo que sea para satisfacerla.
El azúcar tiene en el cerebro un efecto parecido al que tienen las drogas. Es tan adictivo como la cocaína.
Al ingerirlo tu cerebro obtiene una “recompensa” donde libera dopamina (la hormona del placer). Por consiguiente, se amplifican los caminos neuronales cerebrales que te instan a seguir comiendo.
Cuanto más comes, más dopamina generas y mayor bienestar sientes (aunque sea efímero)
De hecho, el azúcar estimula la liberación de la hormona del hambre (Grelina). Es decir, no te sacias.
¿Será por eso que siempre hay sitio para el postre?
Por lo visto, esta hormona está implicada en la regulación del peso corporal y tiene niveles muy bajos en personas con anorexia y muy altos en personas con obesidad.
Generas Grelina = tienes hambre y se reduce el consumo de energía. En pocas palabras, Engordas.
No es Hambre, es Apetito
Son cosas bien distintas. Si tienes hambre fisiológica, la energía de tus células cae y te comerías una manzana.
Si lo que te pasa es “que te apetece algo”, entonces no es hambre, es apetito. Y eso es más bien emocional, ahí es cuando tu cuerpo te pide alimentos altos en grasas y en azúcares.
Cuando uno tiene hambre, cualquier cosa le viene bien. Comes lo que hay.
Vivir sin azúcar ¿y Cómo afecta a tu estado emocional al deseo de consumirlo?
Pues afecta y mucho.
Si tienes ansiedad, estrés y estados de ánimo “negativos”, tu tendencia va a ser controlarlos con el consumo de dulce y azúcar.
A nivel neuroquímico, el azúcar induce a sentimientos de recompensa y en el corto plazo, aumenta la acción de la dopamina, (hormona del placer).
En pocas palabras, es una huida hacia delante. Te sientes mejor (en el corto plazo). No obstante, no es duradero en el tiempo.
Resulta que esa subida de la dopamina va seguida de respuestas hormonales desequilibradas y como consecuencia, tendrás más antojos y emociones negativas en el largo plazo.
Es como si se pusiera en marcha una rueda donde para consumir azúcar tu cuerpo se siente emocionalmente mal y cuando le das la dosis rápida de dopamina, tardará poco en volver a pedir esa recompensa rápida.
Además, la dopamina es adictiva. Cuanto más dependemos de ella para sentirnos bien, menos serotonina generamos (la serotonina es un neutroansmisor encargado de los sentimientos de satisfacción y confianza).
¿Cuáles son las consecuencias mentales y físicas de Consumir azúcar?
- Antojos
- Adicción (con su correspondiente síndrome de abstinencia)
- Demencia
- Caries
- Sobrepeso
- Cambios en la microbiota intestinal (o microbioma): afecta por otro lado a la depresión, autismo, TDAH… y además, contribuye a la inflamación del intestino.
- Cambios hormonales y en consecuencia, estados emocionales negativos, resistencia a la insulina, etc
- Confundimos la felicidad con el placer
Es mejor dejar de consumirla, ¿verdad?
Optar por una dieta sin azúcar no es solo una tendencia, sino una elección consciente para un estilo de vida más saludable.
Desde la reducción de la hinchazón hasta el aumento de la energía, esta decisión puede tener un efecto profundo en nuestro bienestar general.
Ya sea que enfrentemos problemas digestivos o simplemente busquemos un cambio en nuestra rutina alimentaria, esta elección puede ser transformadora.
Al adoptar una dieta que elimine ciertos ingredientes y abrace alternativas más naturales, estamos tomando las riendas de nuestra salud y empoderándonos para vivir una vida plena y sana.
Para vivir sin azúcar ¿Es suficiente con dejar de tomar azúcar blanco?
uno piensa, bueno, pues dejo el dulce y Ya está.
Pues parece que hay que hacer mucho más que esto para eliminar el azúcar.
Cada uno lo dejará por un motivo. Unos por tener una vida más sana, otros por perder peso y otros por problemas de alimentación o enfermedades concretas.
En mi caso, lo dejé junto con el Gluten y la Lactosa por motivos de salud. Quizá tú no necesites dejar las tres cosas. Mira qué es lo más conveniente para ti.
Más adelante tienes harinas/cereales que es mejor dejar de comer si quieres evitar los picos de azúcar en sangre.
Entonces, ¿qué hay que dejar para vivir sin azúcar?
Según lo que he estado investigando, esto es en conjunto lo que hay que dejar:
- Los carbohidratos de grano refinado, como la harina blanca, el pan blanco y el arroz blanco (son básicamente azúcar)
- Granos enteros y las legumbres (se pueden tomar con moderación)
- Alcoholes de cualquier tipo
- Edulcorantes. Sí, tal cual lo lees. Son azúcares simples muy bajos en calorías y si los consumes de forma habitual, pueden generar un impacto a nivel glucémico y picos de azúcar en sangre.
- Zumos de frutas con o sin azúcar.
- Siropes y azúcares como panela, azúcar de coco o la miel (son básicamente azúcar. natural, pero azúcar al fin y al cabo).
- Todos los productos “light” o bajos en grasas (compensan la grasa con azúcares).
En conclusión, hay que cuidar la combinación de alimentos que hacemos.
Específicamente en una dieta sin gluten, sin azúcar y sin lactosa hay que tener cuidado con las sustituciones que hacemos, para no acabar consumiendo muchísimas calorías, azúcares y grasas de forma inconsciente.
Lo de siempre, lo mejor, un médico o un nutricionista que te guíe en la mejor dieta para ti.
¡Gracias por leer hasta aquí! para cualquier cosa, estoy al otro lado.